lunes, 10 de noviembre de 2008

The pleasure slave (Gena Showalter)


Argumento:

En otro mundo, distinto al nuestro, Tristan de Imperia era un notable guerrero y sobretodo un seductor impenitente, no había mujer que después de estar ante su presencia no quisiera llevárselo a la cama. Pero cometió un terrible herror, se acostó con la mujer equivocada y después de desdeñarla como hacía con todas sus anteriores amantes ésta lo maldijo a convertirse en su esclavo sexual para siempre y recluyéndolo en una cajita cuando no le era menester. Esta acción no gustó a los superiores de Zirra y como castigo lanzaron la cajita en otro de los muchos mundo allí conocidos... Y aquí empieza la historia de Tristan y Julia , mujer tímida en donde las haya, y una notable coleccionista de antigüedades. Así cae la cajita en manos de la protagonista, en una de sus pesquisas de antigüedades para su tienda, aunque el hecho de encontrarse ama y señora de una poderoso guerrero sexualemente irresistible no era precisamente una de sus principales prioridades...Y hasta aquí puedo contar



Opinión:

No se puede dejar de notar el notable parecido de ésta historia con la de "Un amante de ensueño" de la Sherrilyn Kenyon y su Julian de Macedonia (aunque aquí no tenemos a los afamados Dioses Griegos dando querra )

La historia es entretenida, con situaciones cómicas que la hacen amena en la lectura, aunque el único fallo que le encuentro es que casi todo el libro transcurre dentro de las cuatro paredes de la casa de Julia y ésto llega a resultar algo pesado a ratos, aunque casi al final la cosa se anima y toca cambiar de escenarios más amenudo.

La evolución de Julia de una mujer insegura y débil a una segura de sí misma, es evidente en el transcurro de todo el libro.
Tristan, a su vez, hombre seguro de sí mismo y sus cualidades varoniles termina dudando incluso de su hombría debido al constante rechazo por parte de Julia de sus avanzes sexuales.

Libro para entretener y pasar el rato, pero que no llega a la altura de "Un amante de ensueño" de la Kenyon. Sí, ya sé que las comparaciones son odiosas, pero no lo puedo evitar, las historias son demasiado parecidas para no notarlo

Puntuación: 3'5 de 5




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